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LA MUY PROBABLE DERROTA DE HILLARY CLINTON

Nunca antes como ahora, el Partido Demócrata ha tenido una candidata por sus credenciales tan “demócrata”, tan “institucional”, tan “de casa” como la Sra. Hillary Clinton. Cuenta con el apoyo incondicional de la dirigencia de su partido, al extremo que la presidenta del Comité Nacional Demócrata, Debbie Wasserman Schultz tuvo que renunciar ante la filtración de emails en que ella y sus colaboradores intentaron descarrilar la candidatura de Bernie Sanders, con estrategias indignas pero que suelen ser muy efectivas en Estados Unidos.
No solo fue apoyada por el Comité Nacional Demócrata, sino por los grandes donadores de dinero demócrata, que aportaron de manera decidida en favor de la Sra. Clinton. En la etapa final, cuando solo restaban HIllary Clinton y Bernie Sanders este solo recibió mini aportaciones, que sin embargo sumaron lo suficiente para sostener el costoso tren de gastos de la campaña interior, en tanto que la Sra. Clinton violentó de la “a” a la “zeta” el acuerdo con Sanders y su recaudación fue unicamente entre los multi millonarios.
Su candidatura no solo es abrazada por la elite mas rica de Estados Unidos, también fue apoyada por las más destacadas personalidades políticas de los demócratas, empezando por Bill Clinton y por Barack Obama, e incluyendo a final de cuentas al propio Bernie Sanders. Todos los gobernadores, senadores, congresitas y alcaldes demócratas estan con ella, puede decirse que es una especie de “candidata de unidad” (Perdón por utilizar el repugnante concepto mexicano).
HIllary Clinton es apoyada también por un ejército de celebridades del mundo del espectáculo como las actrices Meryl Streep, Katy Perry, Lena Dunham, Sigourney Weaver, Chloe Grace Moretz, Mary Steenburgen, Carole King, Sarah Silverman, Alicia Keys, Elizabeth Banks, Debra Messing y sin faltar entre ellas las latinas America Ferrera, Eva Longoria, Salma Hayek y Christina Aguilera. Hillary sin duda es invencible en los estudios de Hollywood.
También existen políticos fuera de Estados Unidos que abiertamente aplauden su ingreso a la Casa Blanca, como el italiano Silvio Berlusconi, los franceses Manuel Valls, Nicolás Sarkozy y Claudia Bruni, y el inglés Tony Blair. En México es apoyada abiertamente por Martha Sahagún, quien a juzgar por los encabezados de la revista española Hola es una celebridad, y por la aspirante a candidata presidencial del PAN, la Sra. Margarita Zavala de Calderón, que “compró” con una generosa “donación” su silla en la convención y una brevísima entrevista.
Además de que todas las celebridades, los políticos profesionales demócratas, y las más pachonas billeteras de los ricos norteamericanos están con ella, también se apoya en el prestigio del Partido Demócrata que es el favorito del 60% de la población norteamericana, incluso  la Gallup en su encuesta más reciente entre más de 11,600 electores, destianda a saber quién tiene más apoyo, si Hillary Clinton o Donald Trump. Resultó ganadora Hillary Clinton por el 40% de los encuestados y Trump obtuvo solo el 33%. Una diferencia de siete puntos porcentuales.
También se supone que la favorece su experiencia política como senadora y Secretaria de Estado. En suma, por donde se le vea es favorita, favorita de los jovenes, de los hispanos, de la población afroamericana, de los nativos americanos, de los más educados, de los más ricos y de los más pobres, de los que viven en el continente y en ultramar. Pareciera que no tiene rival, que su candidatura sería un paseo rumbo a la victoria, pero existe la gran posibilidad de que pierda, a pesar de que su oponente solo cuenta con el 33% de simpatizantes, frente al 40% que la apoyan, al menos por ahora.
No se necesita el Don de la clarividencia para pronosticar que el 33% de los sufragios en favor de Trump son su piso, que a partir de ese punto incrementará su votación, así fue al inicio de la contienda republicana y no hay razón para pensar que ahora será diferente. La ventaja de Trump entre los republicanos fue su capacidad de creación de soluciones nuevas, algunas peligrosas, y otras aparentemente imposibles, pero todas desafiantes contra “El Sistema” y en favor del pequeño empresario, del obrero y las personas sin gran educación.
El otro problema de Hillary Clinton es su propia carrera política y sus cambiantes posturas. Como senadora le tocó convivir en George Bush en la presidencia, y apoyó desde el Senado todas las propuestas “bushistas” entre ellas la Ley Patriota que significó la perdida de los derechos constitucionales básicos para los sospechosos de conductas anti patrióticas o terroristas. Esto la llevó a un enfrentamiento con Bernie Sanders que se opuso a ese estado de discriminación y persecución contrario a la historia y a las raíces de Estados Unidos.
La señora Clinton aprobó todas las propuestas para favorecer fiscalmente a los grandes empresarios, para reducir fondos a los pobres, para apoyar presupuestos para perseguir a los inmigrantes indocumentados sin importar que tuvieran hijos norteamericanos, para apoyar las redadas en hogares y en el uso de las tecnologías contra el terrorismo, para utilizarse contra los indocumentados.  
Aprobó y utilizó en 1996, el término “Súper Depredadores” contra afroamericanos detenidos en redadas masivas, incluso lanzó declaraciones racistas contra el presidente Barack Obama, en 2008, mientras que ahora en 2016 se propone como una activista de los derechos civiles. Nunca como senadora ni como secretaria de estado, dio ningún “primer paso” en nada bueno, pero apoyó todo lo que significó mayores sentencias, menos presupuestos para los que cumplieron sus condenas, ni redujo en nada las penas severas en casos de narcotráfico, donde los sentenciados son básicamente afroamericanos e hispanos.
El propio Bill Clinton justificó las detenciones masivas en barrios afroestadounidenses donde se detenía a menores de 16 años, ocurridas durante los años noventa, preguntando a quienes les reprocharon: “¿Cómo pueden defender a esos brutales jefes pandilleros que mandaron a chicos de 13 años a las calles para matar por ellos?”, “Lo hacemos por esos chicos”

Hillary también formó parte de los lobos que apoyaron la invasión a Irak para capturar las famosas e inexistentes “armas de destrucción masiva”. Ese evento sirvió de justificación para apropiarse de la producción de petróleo y a la postre Irak se está convirtiendo en un segundo Vietnam, al tener que abandonar a sus aliados, con lo que se favoreció a ISIS (Bajo la desastrosa gestión de Hillary Clinton como Secretaria de Estado). Este terrible momento sigue en proceso de agudización pues las promesas de abandonar Irak, solo fomentaron a ISIS, que ha sido mermada no por los norteamericanos, lo cual es una desgracia, sino por los rusos que ante la timoratez yanqui, ahora dominan los cielos de Siria y sus tropas y tanques están firmemente posicionados en el territorio y llevan la bandera de líderes contra la barbarie.
El otro problema de la Sra. Clinton y su esposo, es la forma en que han logrado hacer grandes negocios, incluso con empresas rusas, es el caso de Rusatom. El New York Times precisa que la Sra. Clinton cobra al menos 200 mil dólares por cada participación personal, y cuando se trata de otros políticos internacionales o celebridades, o multimillonarios, la cifra se multiplica exponencialmente. Nadie precisa a cuánto asciende la fortuna personal de la Sra. Clinton, lo cual es una veta para su contrincante. Esto sin contar con su descuido en cuanto a estrategias de seguridad, cosas como enviar correos electrónicos desde cuentas de Google, es un peligro, como lo demuestran los hakeos de Wikileaks, que siguen causando destrozos en las filas demócratas.
Estas contradicciones, informaciones ocultas y descuidos personales tendrán un costo electoral, pero el mayor de todos, la incapacidad de Hillary Clinton de proponer nuevas soluciones a los males de siempre, siendo ella el personaje por excelencia del “Sistema”, siendo una política “insider”, pro Wall Street no ha podido proponer nada original, nada nuevo, lo cual no es tan malo si tomamos en cuenta que esta campaña será de un negro absoluto.
¿Quién tiene más capacidad de agresión, Hillary Clinton o Trump? ¿Quién tiene más cadáveres en el ropero o bajo la alfombra? ¿Quién tiene más dinero inexplicado bajo el colchón? ¿Quién presume ser lo que no es? ¿De qué lado está la honstidad?
En esto y en quién es más imaginativa o imaginativo, o más o menos agresiva o agresivo, reside el desenlace de esta elección.


Por Antonio Limón López

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